Como parte de los cursos de actualización que se han venido impartiendo en el CUCEI durante el verano, el Departamento de Farmacobiologia realizó, del 15 al 19 de julio, el curso– taller denominado “La evaluación en el proceso de Enseñanza Aprendizaje”.
Estas actividades se originaron de la necesidad que tienen los profesores de abordar problemas académicos comunes, analizándolos discutiéndolos y proponiendo alternativas de solución.
Del trabajo colaborativo de presidentes y secretarios de academia, se detectó la necesidad de compartir y evaluar un curso cuyo producto permitiera analizar la problemática y que respondiera a la siguiente pregunta: ¿Cómo generar estrategias de evaluación que se centraran en el aprendizaje de los alumnos y que sirvieran como mecanismos de recuperación académica?
El contenido abordado en el curso taller consideró los siguientes puntos: reglamento general de evaluación y promoción de los alumnos, evaluación por medio de exámenes, banco de reactivos, los reactivos, metodología y lineamientos para la elaboración de reactivos, tipos de reactivos. Como producto del curso taller se generó la revisión y evaluación de los criterios de evaluación de los programas de las asignaturas; así como la revisión y elaboración de los reactivos para los exámenes correspondientes.
El curso fue impartido por las Maestras en Metodología de la Enseñanza, la Psicóloga Beatriz Venegas Ruiz y la Q.F.B. Alma Rojas Romero, ambas adscritas al Departamento mencionado, lo cual permitió que dentro de un ambiente de cordialidad los profesores recibieran con actitud y entusiasmo los conceptos y conocimientos de las instructoras; resaltando en todo momento la importancia del trabajo colaborativo el cual permite la reflexión conjunta, la discusión, la identificación de problemas, la experimentación de alternativas de solución y la evaluación de las mismas.
Al final del curso, la Jefa del Departamento, Mtra. Amalia Reyes Larios y las instructoras, coincidieron que el compartir experiencias, unidas a la crítica constructiva de los colegas y a las aportaciones de mejoras sugeridas por otros profesores fue, en definitiva, la parte medular de esta experiencia.
Finalmente se concluyó que este tipo de esfuerzos tiene el potencial no sólo para mejorar la práctica en el aula, sino también para remediar, en parte ,el desgaste profesional, la falta de atención y la rutina que en ocasiones afectan la jornada de trabajo de los maestros.