Su infancia, la etapa de estudiante y los primeros acercamientos a la física fueron algunos tópicos que compartió el Premio Nobel de Física 2015, el japonés Takaaki Kajita, con estudiantes y académicos del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), de la UdeG, como parte de las actividades de la Cátedra Ciencia e Innovación 2019 del plantel.
En el auditorio Jorge Matute Remus, que tuvo un lleno total, el investigador del Instituto de Investigaciones de Rayos Cósmicos de la Universidad de Tokio, quien por primera vez visita México, impartió la cátedra “La vida de un Nobel: conversación con estudiantes y maestros”.
“Crecí en un lado campirano de Japón –confesó–. Y para ser honestos, no pensaba mucho acerca de mi futuro. Fui a una preparatoria local y ahí descubrí que la química no era fácil, y que los empleos en ventas no eran para mí. Al final, me incliné por la física y descubrí que la física en la universidad era distinta a la de la preparatoria, que quería contribuir en esta área y decidí ingresar a la Universidad de Tokio”.
Dijo que nunca pensó que obtendría el Premio Nobel de Física, ya que su capacidad era muy limitada, pero debido a que le gustaba tanto esta ciencia, quería ser un miembro de la comunidad de físicos; ésa era toda su esperanza.
“De hecho, la llamada para notificarme sobre el Premio Nobel fue una sorpresa, y no tuve oportunidad de pensar nada. Después de haber ganado el premio, estuve muy ocupado, no tengo mucho tiempo para seguir dedicado a la investigación”, declaró.
Kajita aconsejó a los estudiantes a mantener su interés por la física, a graduarse y adentrarse en esa ciencia, que considera es extremadamente importante para el ser humano; además de exhortarlos a trabajar en equipo.
“A punto de graduarme estaba involucrado en un experimento con más de diez personas, y esto significa que es importante aprender a trabajar con gente distinta dentro de tu equipo”, precisó.
La investigación es muy importante en cualquier país, y se debería de motivar a la gente joven a incursionar en la ciencia, ya que mientras más inviertan los países en esta materia más desarrollo tendrán, puntualizó.
Desde hace más de 20 años, Kajita se ha dedicado al estudio de los neutrinos, cuya masa es extremadamente pequeña comparada con otras masas de partículas, y es líder del Observatorio Super-Kamiokande, localizado a mil metros bajo tierra, en la mina de Mozumi, que consiste en un contenedor de 50 mil toneladas de agua pura rodeadas por cerca de 11 mil tubos fotomultiplicadores. La estructura cilíndrica tiene 40 metros de alto y 40 de ancho.
La cátedra de Kajita marcó el inicio de los festejos por los 40 años de las carreras de Física y Matemáticas del CUCEI, y los 25 años de la creación de la Red Universitaria.
Charla Premio Nobel de Física con estudiantes y académicos del CUCEI
En el marco de la Cátedra Ciencia e Innovación
Responsable:
Unidad de Difusión
Texto:
Laura Sepúlveda
Fotógrafo:
Abraham Aréchiga
Editor:
Lic. Cristina Felix